A pocas horas de las elecciones,
y cuando ya han votado de forma anticipada más de 20 millones de americanos, la
media de los sondeos apuntan a una dirección: Obama ganará suficiente estados
clave para ser reelegido.
El previsible sistema electoral
americano provoca que los candidatos entren a la jornada electoral con votos
seguros. Así, el equipo Obama/Biden, cuenta con 201 votos, mientras que
Romney/Ryan llegan a los 191. Hay un total de 538, situándose la mayoría en un
mínimo de 269.
Hay solo once estados en que los
sondeos no se atreven a dar un claro ganador (el margen de error supera o se
aproxima a la diferencia entre los candidatos). Los once estados disponen de un
total de 146 votos y podrían, por tanto, decantar la balanza en cualquier de
los dos candidatos.
Los 146 votos no seguros están
divididos en Florida (29), Pennsylvania (20), Ohio (18), Michigan (16),
Carolina del Norte (15), Virginia (13), Wisconsin (10), Colorado (9), Nevada y
Iowa (6) y New Hampshire (4).
Según la media de las encuestas
disponibles, Obama ganaría todos los estados clave excepto Florida y Carolina
del Norte. Si los sondeos se cumplen, Obama ganaría holgadamente las
elecciones, por 303 frente a los 235 de Romney.
Sólo una carambola de las
encuestas y una improbable remontada podrían dar la victoria a Romney. El
republicano debería mantener Florida, y ganar Virginia y Colorado (donde existe
un reñido 1% de diferencia a favor de los demócratas). Aún así, no sería
suficiente.
Necesitaría un vuelco en
Pennsylvania, Ohio o Michigan.
Ohio parece ser la batalla
clave, pues ha concentrado la mayoría de
los actos de campaña de ambos candidatos los últimos días. No obstante, con una
diferencia de casi el 3%, parece inclinado irrevocablemente a Obama.
Michigan y Pennsylvania, con
cerca del 4%, parecen aun más consolidados para los demócratas. Perder
Michigan, después de las ayudas públicas que Detroit ha recibido del gobierno
federal para salvar la industria automovilística sería un improbable duro golpe
para Obama.
El intento de Romney de abastar
todos los estados clave en los últimos días de campaña ha sido oportunamente
tildado de desesperado por sus contrincantes.
A pesar de que diferencias más
largas se han recortado y que no se puede descartar una sorpresa –de hecho se
puede alargar la noche electoral-, las probabilidades de Romney de mantener su
ventaja en Florida y a la vez, ganar Virginia, Colorado y una de las tres
restantes parecen remotas.
Es más, la tendencia de las
encuestas la última semana y los sondeos a pie de urna de los votantes de
Florida (ya han votado más de tres millones de personas en la península) prevén
que más que remontar, a Romney le costará mantener los resultados actuales.
Constantí Segarra.
boxedpress.com
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