Hoy
en día las noticias sobre administraciones ineficaces y faltas de transparencia
nos abordan sin tregua. Nuestro sistema, basado en las políticas de
administración se desmorona por momentos, en la idealidad de unas actuaciones
correctas, rápidas, certeras y eficaces. El I+D+i es la solución que nos puede
sacar del pozo, que puede reflotar este pecio hundido, que es España. La
concienciación política, empresarial, industrial, y social en la innovación, la
investigación y el desarrollo es imprescindible para garantizar el futuro, para
convertirnos en un país, cuanto menos, productivo.
España está inmersa en un sistema administrativo, puro y
duro, en donde cada día nos asaltan más y más noticias sobre la ineficacia y la
corrupción de estas. Sueño con el día que no lleguen ese tipo de noticias. De
cualquier tipo de administración deberíamos esperar precisamente todo lo
contrario; que no sea noticia. Y es totalmente indiferente si hablamos de
administración de recursos públicos, de administrar justicia, de administrar
nuestras finanzas, nuestros inmuebles o cualquier gran corporación, que en
definitiva es a eso a lo que se dedican; a administrar.
Es necesario que la sociedad escuche un mensaje certero y
creíble, que anuncie que la época de las administraciones corruptas e
ineficaces ha acabado, que los administradores se van a dedicar a realizar bien
su trabajo, y que van a dejar de hablar de un futuro que jamás han entendido y
que nunca entenderán.
Ha llegado el momento adecuado para pedir a los políticos
(administradores) que se callen, que se dediquen a realizar bien su trabajo,
que se olviden de intentar liderar a la sociedad como si de magníficos oradores
se trataran. Ya está bien, que se limiten a sus tareas, que no son otras que
estar al servicio del ciudadano. Es hora de pedir a los políticos que estén al
servicio de las personas, que vuelvan a sus quehaceres y dejen de jugar a ser
DIOS.
Debemos exigir a estos administradores ineficaces y
tramposos, que dejen de mirar su parcela, sus intereses personales, sus
ambiciones ostentosas. Su deber es trabajar, “estar al servicio”, al servicio
del pueblo, del ciudadano. Sus gestiones deben ser transparentes y eficaces. Y
sus inversiones y actuaciones deben suponer el éxito para el desarrollo y el
crecimiento de su población, de su Estado. Debemos exigir, YA, que dejen de
preocuparse por su puestito y su beneficencia, que tomen decisiones por y para
el ciudadano, y de lo contrario que vayan a hacer puñetas.
Por definición el administrador debe regirse a servir, a
estar al servicio. El administrador no sabe transformar, se limita a operar
mediante unas reglas estipuladas. Y el futuro lo constituyen otro tipo de
personas: los que tienen ideas, y los que son capaces de transformar la
realidad con ellas. Debemos transformar, es necesario y urgente. Menos
administradores, más industria, más innovación, más investigación, y más
desarrollo.
España necesita urgentemente cambiar su modelo productivo,
hacer reformas estructurales. La burbuja inmobiliaria, lo que fue el sector de
la construcción, nos dejo una gran losa de herencia, 2,5 millones de parados
que no van a volver a trabajar, jamás, en ese sector. Con lo cual el cambio del
modelo económico español debe ser radical, tenemos una grandísima ocasión para
intentar cambiarlo, y debemos perder el miedo a cambiar las cosas. Si nosotros,
los ciudadanos, no nos implicamos, si esperamos a que esto nos lo solucionen
los políticos, mal asunto.
En contraposición con todo este tema del cambio de modelo de
producción para España, el ministro de economía, el señor Luis de Guindos,
anunció en los presupuestos del Estado, unos recortes del 25% en la inversión
pública en investigación y desarrollo para 2012, hecho que no hace más que
ahondar en la brecha de la decadencia social. El gobierno y sus políticos
(administradores) buscan el crecimiento a través de la inversión privada, y
ésta inversión privada no hace más que ir en contra del estado del bienestar,
demoler con total fiereza los pilares de la educación, la sanidad y los
servicios sociales, todos ellos básicos para un funcionamiento del bien común.
Pero para más inri, si de alguna u otra forma, la inversión privada fuera
suficiente (que ni por asomo lo es, ni lo será jamás) y no generara problemas,
lo adecuado y lo normal sería que la administración “dejara hacer”. La
administración no debe ser motor único, ni pretender ser planificador central,
ya que si una sociedad no cuenta con emprendedores o iniciativa propia está
abocada al fracaso. Invertir en conocimiento es fundamental, los científicos son
los que se dedican profesionalmente a generar nuevas ideas, y éstas son
esenciales y fundamentales para transformar la realidad, que en España, a día
de hoy es muy opaca.
El gobierno de Euskadi lleva 30 años invirtiendo un gran capital en
I+D+i. Mientras que casi todas las autonomías y el Estado en general recortan
en investigación y desarrollo, Euskadi aumenta sus presupuestos para la
innovación, esto les proporciona directamente unos 17.500 puestos de trabajo en
el sector (11.000 investigadores, 5.000 técnicos y 1.500 auxiliares), sin
contar con el empleo que se genera en las empresas subyacentes que operan en la innovación y el desarrollo, y que se dedican a utilizar sus recursos. ¿Quizás sea
por esta razón, por la cual Euskadi tenga una tasa del 13,4% de paro frente al
24,6% que presenta el Estado español? Es una buena razón para ello, ¿no creéis?.
El desarrollo tecnológico es esencial en el crecimiento
de las empresas, la mejora de sus productos se antoja fundamental para poder competir
en otros mercados, para poder exportar y ser pioneros. La clave de todo esto
está aquí, en las exportaciones. Cuando un país exporta es porque al salir a
ese mercado mundial es mejor que otros, es decir, los productos que oferta son
superiores en calidad a los que ofertan otros Estados, otras empresas u otras
multinacionales, y la manera de mejorar esos productos, de sumarles un valor
añadido, es mediante las innovaciones, la investigación y el desarrollo. Todo
este desarrollo tecnológico deriva en ingresos para el Estado, las empresas o
las multinacionales, los puestos de trabajo que se crean son directamente
proporcionales al éxito de los productos de la empresa, con lo cual vislumbramos
una opción de un futuro en donde la incorporación de la tecnología es algo
verdaderamente imprescindible.
Estas apuestas son proyectos a largo plazo, con los
cuales quizás la sociedad no esté acostumbrada a lidiar, ni a tener ningún tipo
de paciencia. Vivimos instaurados en el mañana, la semana que viene, el año que
viene, y sin embargo hay proyectos, hay apuestas, que necesitan otro tipo de
plazos diferentes. Lo que está claro es que debemos replantearnos el sistema
errático, totalmente imperfecto e ineficaz en el que nos desarrollamos.
En realidad hay que replantear todo, Europa, España, las
autonomías, hay que replantearlo todo, realmente hay que repensar todo, pero si
no nos implicamos nosotros, los ciudadanos, mal vamos. Nosotros somos los que
debemos actuar, y cuando liberemos todo ese potencial y perdamos el miedo a cambiar las cosas, nos quedaremos
asombrados con la cantidad de cambios que podremos realizar.
Alfredo León
Twitter: @fefifredo
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